Publicado el lunes, 23 de marzo de 2020
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Es lo mismo pero no es igual
Por: Rossy Díaz
Musicologa
Pestes, epidemias, virus, la historia de la humanidad es la historia de nuestros cuerpos, hábitos, salud y enfermedad. Una tos, una gripe han condicionado nuestro paso terrenal más de lo que tal vez imaginamos, y han provocado crear la cura; por lo que una cosa nos lleva a otra, Y por lo tanto, es lo mismo en distintas épocas, en tanto es un virus, más no es igual, en este ahora colectivo no es igual.
Grandes contagios se han dado en determinados contextos territoriales y aunque por lo general eran pocos y cortos los desplazamientos entre grupos humanos a través de los territorios, cuando sucedía podía ser letal, y nosotros sabemos bastante de eso por todo lo que pasó con los Taínos y el contacto con Españoles.
En estos tiempos vivimos en un marco de grandes contactos humanos, nos movemos por el mundo por negocios, turismo, migraciones, conflictos de guerra, y con más interacción en medios de comunicación y redes sociales, y así, fake news y post-verdades se hacen parte de este todo-en-uno en lo que somos entonces receptores y emisores a escala local y global, porque una nota de whatsapp a amigos o familiares se puede viralizar… qué analogía en esta palabra!!!
Y lo más trascendental a mi modo de ver las cosas es la diversidad de interpretaciones a toda esa crisis sanitaria, desde enfoques espirituales, humanistas, ecologistas, éticos respecto al capitalismo y lo occidental y críticos a los sistemas políticos del mundo, a todo esto le estamos viendo el refajo. Esa sí es la novedad, nuestro gran relato de la humanidad cuenta con argumentos distintos, y a mi entender más sanos, porque si esto hubiese pasado en el medioevo, el boca a boca sería tipo ¡es un castigo divino, arrepentios!
Así que, en estos tiempos, vemos otras realidades de los países «ricos», la inoperancia de ciertas políticas de estado, mejores recaudadores que gobernantes, lo inhumano del sistema capitalista y empresariado, lo paradójico de países socialistas recibiendo turistas en estos momentos… que luego rectificaron.
Y lo siempre humano del ser humano, que sueña con delfines en el canal de Venecia, que utiliza las redes sociales para transmitir medicina a través de la música, la poesía, la cooperación, y que se cuestiona la realidad en la que ha estado viviendo; porque en eso también hemos sido los mismos siempre en esta ilusión del tiempo.
Menos es más, y ahora se ven despejados los cielos, los mares y nuestras conciencias. Somos uno con el todo.
Pestes, epidemias, virus, la historia de la humanidad es la historia de nuestros cuerpos, hábitos, salud y enfermedad. Una tos, una gripe han condicionado nuestro paso terrenal más de lo que tal vez imaginamos, y han provocado crear la cura; por lo que una cosa nos lleva a otra, Y por lo tanto, es lo mismo en distintas épocas, en tanto es un virus, más no es igual, en este ahora colectivo no es igual.
Grandes contagios se han dado en determinados contextos territoriales y aunque por lo general eran pocos y cortos los desplazamientos entre grupos humanos a través de los territorios, cuando sucedía podía ser letal, y nosotros sabemos bastante de eso por todo lo que pasó con los Taínos y el contacto con Españoles.
En estos tiempos vivimos en un marco de grandes contactos humanos, nos movemos por el mundo por negocios, turismo, migraciones, conflictos de guerra, y con más interacción en medios de comunicación y redes sociales, y así, fake news y post-verdades se hacen parte de este todo-en-uno en lo que somos entonces receptores y emisores a escala local y global, porque una nota de whatsapp a amigos o familiares se puede viralizar… qué analogía en esta palabra!!!
Y lo más trascendental a mi modo de ver las cosas es la diversidad de interpretaciones a toda esa crisis sanitaria, desde enfoques espirituales, humanistas, ecologistas, éticos respecto al capitalismo y lo occidental y críticos a los sistemas políticos del mundo, a todo esto le estamos viendo el refajo. Esa sí es la novedad, nuestro gran relato de la humanidad cuenta con argumentos distintos, y a mi entender más sanos, porque si esto hubiese pasado en el medioevo, el boca a boca sería tipo ¡es un castigo divino, arrepentios!
Así que, en estos tiempos, vemos otras realidades de los países «ricos», la inoperancia de ciertas políticas de estado, mejores recaudadores que gobernantes, lo inhumano del sistema capitalista y empresariado, lo paradójico de países socialistas recibiendo turistas en estos momentos… que luego rectificaron.
Y lo siempre humano del ser humano, que sueña con delfines en el canal de Venecia, que utiliza las redes sociales para transmitir medicina a través de la música, la poesía, la cooperación, y que se cuestiona la realidad en la que ha estado viviendo; porque en eso también hemos sido los mismos siempre en esta ilusión del tiempo.
Menos es más, y ahora se ven despejados los cielos, los mares y nuestras conciencias. Somos uno con el todo.
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