Publicado el domingo, 15 de abril de 2012
www.TuTilapia.com
¿Es recomendable que los niños vean a sus padres desnudos?
SÍ. Es más saludable crecer en un ambiente en el cual la desnudez sea vista como un aspecto natural, que permita a nuestros hijos interpretar que el cuerpo es algo hermoso, que debemos conocer y cuidar, lo que nos ayudará a poder reforzar positivamente su autoestima. Es importante que nuestros hijos aprendan a conocer su cuerpo ya que no podrán proteger ni disfrutar algo que no conocen y mucho menos llegar a respetarlo y compartirlo adecuadamente.
Ahora bien, cabe destacar que el equilibrio y la formación saludable de este conocimiento es vital y esto se realiza desde la familia. Desnudarse delante de los hijos como parte de la rutina del momento, en el baño o al vestirnos, es un aspecto saludable y otro diferente sería facilitar constantemente esa desnudez. Debemos siempre procurar establecer una diferencia entre una desnudez natural y saludable a una inmoral y exagerada que llegaría a ser exhibicionismo.
Los padres deben estar claros que si no se sienten cómodos estando desnudos frente a sus hijos les transmitirán esta incomodidad indirectamente, si no se sienten cómodos lo más saludable es que no lo hagan o que trabajen conscientemente en la aceptación de su cuerpo. Un niño o niña que observe que su padre o su madre se sobresalta o se incomoda cuando es visto desnudo puede interpretar que la desnudez es mala en cualquier circunstancia.
Hasta los 6 ó 7 años los niños están conociendo sus cuerpo y para qué sirve tal o cual parte, por lo que los momentos del baño pueden ser muy buenos para enseñarles, momentos de acercamiento para reforzar y responder a sus preguntas con una base de verdad y respeto. Lo recomendable es que desde pequeños los hijos vayan observando nuestro cuerpo, para que de esta manera puedan ir estableciendo las diferencias y conociendo los dos géneros y así logren identificarse con el que pertenecen.
Es importante señalar que en las familias donde los padres no se han expuesto desnudos frente a sus hijos desde que son pequeños el efecto de desnudez puede generar un poco de “morbo” cuando estos sean adolescentes, ya que a partir de este periodo empezarán a visualizar la sexualidad de una manera diferente y sus niveles de percepción frente a lo que sucede a su alrededor es mayor, en cambio si la desnudez ha sido parte de su desarrollo desde edades tempranas no les creará ansiedad ni “morbo” porque lo verán como algo natural.
Recordemos que somos ejemplo en acción para nuestros hijos y que la desnudez entra dentro de la escala de valores que les heredamos, depende mucho la actitud que tengamos hacia ella para que podamos enseñarles el valor real y natural de nuestro cuerpo.
Por
Ahora bien, cabe destacar que el equilibrio y la formación saludable de este conocimiento es vital y esto se realiza desde la familia. Desnudarse delante de los hijos como parte de la rutina del momento, en el baño o al vestirnos, es un aspecto saludable y otro diferente sería facilitar constantemente esa desnudez. Debemos siempre procurar establecer una diferencia entre una desnudez natural y saludable a una inmoral y exagerada que llegaría a ser exhibicionismo.
Los padres deben estar claros que si no se sienten cómodos estando desnudos frente a sus hijos les transmitirán esta incomodidad indirectamente, si no se sienten cómodos lo más saludable es que no lo hagan o que trabajen conscientemente en la aceptación de su cuerpo. Un niño o niña que observe que su padre o su madre se sobresalta o se incomoda cuando es visto desnudo puede interpretar que la desnudez es mala en cualquier circunstancia.
Hasta los 6 ó 7 años los niños están conociendo sus cuerpo y para qué sirve tal o cual parte, por lo que los momentos del baño pueden ser muy buenos para enseñarles, momentos de acercamiento para reforzar y responder a sus preguntas con una base de verdad y respeto. Lo recomendable es que desde pequeños los hijos vayan observando nuestro cuerpo, para que de esta manera puedan ir estableciendo las diferencias y conociendo los dos géneros y así logren identificarse con el que pertenecen.
Es importante señalar que en las familias donde los padres no se han expuesto desnudos frente a sus hijos desde que son pequeños el efecto de desnudez puede generar un poco de “morbo” cuando estos sean adolescentes, ya que a partir de este periodo empezarán a visualizar la sexualidad de una manera diferente y sus niveles de percepción frente a lo que sucede a su alrededor es mayor, en cambio si la desnudez ha sido parte de su desarrollo desde edades tempranas no les creará ansiedad ni “morbo” porque lo verán como algo natural.
Recordemos que somos ejemplo en acción para nuestros hijos y que la desnudez entra dentro de la escala de valores que les heredamos, depende mucho la actitud que tengamos hacia ella para que podamos enseñarles el valor real y natural de nuestro cuerpo.
Por