Publicado el martes, 2 de agosto de 2011
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Regalos de Dios
Un rayo de sol, el bostezo de un bebé, un atardecer, un hijo, una suave brisa, tal vez una llovizna, la bendición de mamá, una caricia...
Son miles los regalos que Dios nos regala. Son detalles sencillos que, de manera desafortunada, pasamos un tanto desapercibidos.
Casi siempre valoramos más lo material, que las cosas esenciales que nos ofrece nuestro mundo.
Son los problemas, la falta de dinero, los dolores de cabeza y los absurdos virus del tedio los que se roban la mayor parte de nuestro tiempo.
Las angustias llegan, se posan sobre nuestras espaldas y, lo peor es que se acostumbran a permanecer ahí.
Casi siempre nos resignamos a vivir así, en medio del estrés y del abatimiento.
Sí, nuestra vida está llena de trabajo, de gastos y de una absurda rutina que nos lleva a hacer las mismas cosas todos los días, ¡una y otra vez!
A modo de borregos, siempre seguimos el rebaño del tedio. Marchamos, no hacia donde se debe ir, sino hacia donde 'nos lleve la corriente'.
Nuestras necesidades son las últimas en satisfacer, porque nos sumergimos en las vicisitudes.
¡Ya es hora de dedicarles tiempo a los placeres sencillos! ¿Por qué no disfrutar de los regalos que Dios nos da? Los verdaderos placeres son los que nos reconectan con las ganas de vivir. Son aquellas actividades que, sin sospecharlo, se convierten en una forma sana de conseguir energía.Cosas tan elementales como las de contemplar un paisaje, hablar con su pequeño hijo, sembrar un árbol, leer unas líneas de La Biblia, preparar crispeta y ver una buena película y hasta pasar dos horas metido en la tina, pueden ser esos grandes regalos que nos podemos dar.
Nos corresponde elegir actividades que nos devuelvan el entusiasmo. De hecho, esa puede ser la solución al aburrimiento que sentimos muchos en estos tiempos modernos.
La vida se disfruta con pequeñas cosas y en nuestros propios 'cuarteles de paz'. La magia consiste en reconectar esas ganas de ser feliz con esos grandes regalos que Dios nos da a cada instante.
DIOS TE BENDIGA..
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