Publicado el lunes, 25 de julio de 2011

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Estando yo en el Espiritu clamando por los mios y por mi pueblo, despues de un tiempo largo de oracion; despues de haber sido vencido por el sueño, regrese de nuevo a mi cama a dormir y continuando en el Espiritu, permanecia en la presencia de Jehova, hasta quedar dormido. De buenas a primera; una revelacion, donde me encontraba encima del muro que divide los dos cachones (manantiales) de mi pueblo, cerca de la compuerta del canalito por el lado de los troncos del viejo roble. Estando alli distraido y disfrutando la belleza de la zona, vi que el manantial de abajo comienzaba a llenarse de una manera rapida y agua sucia, pero muy sucia y con muchos escombros, al ver que la creciente del agua venia creciendo hacia el muro, decidi tirarme al agua y comence a nadar y grandes olas se formaban en el manantial de abajo; Olas que parecian olas en los oceanos.

 Luego mire, y vi que las aguas saltaban fuera del muro de bajo y rebotaban agresivamente, se batian con los muros de tierra que estaban en los laterales, al ver que crecia en fuerza la creciente yo nadaba y vehia jovenes sumergiendose en las aguas sucias y no levantaban mas sus cabezas; no senti ningun tipo de temor, sino que nadaba y permaneci a flote, mas luego pude ver como las agua iban aclarando, pero no en su totalidad. Al despertar, me turbe y dije: Sr. Que me quieres comunicar, no entiendo el sueño, de nuevo me tire a orar como a las 3:30 de la madrugada, para interseder por mi pueblo; pero todavia aun permanece este sueño en mi mente y a cada instante Dios me lo refresca en mi corazon. Pueblo alerta y dejemos lo que no edifica a un lado y busquemos a Dios. Las Iglesias del sur, oren sin sesar, y clamemos por misericordia.

Hoy me dio con mirar a mi pueblo desde el satelite, y pude ver a mi pueblo como si habia sido quemado y azotado; seco, y de una visibilidad muy penosa. Que vamos hacer? Opine usted.

BIVIAN,

Jesús Peña