David Ortiz nunca ha sido tímido de decir lo que piensa. Sin embargo, esta vez podría acarrearle un golpe en la muñeca por parte de las Grandes Ligas.Luego de jugar en su último Juego de Estrellas el martes en la noche en San Diego, Ortiz cabildeó para que los Medias Rojas de Boston trajeran en cambio al as de los Marlins de Miami José Fernández. Big Papi también dijo que le encantaría que el toletero de los Azulejos, Edwin Encarnacion, que será agente libre luego de esta temporada, sea quien lo reemplace como el bateador designado de Boston la próxima temporada.

Todo pareció bastante inofensivo. Pero MLB está “echando una mirada” para decidir si Ortiz rompió la regla de pirateo de jugadores, mejor conocida en inglés como ‘tampering’, de acuerdo con una fuente de la liga. No hay señales de que MLB vaya a tomar acciones disciplinarias en forma de una multa o suspensión, pero es posible que Ortiz reciba una carta de advertencia de parte de la oficina de la liga.

“¿Tampering? Yo no escribo cheques”, dijo Ortiz el viernes, riéndose ante la mera sugerencia que había cometido un pecado. “Yo puedo decir lo que yo quiera. Yo no soy gerente ni dueño de equipo o lo que sea. Quiero decir, si yo digo mañana que quiero jugar con LeBron James, ¿eso también es tampering?”

La fuente de la liga dijo que los jugadores están sujetos a las reglas de tampering de MLB, las que estipulan que “no pueden haber negociaciones o acuerdos respecto al empleo, sea presente o futuro, entre algún jugador, coach o manager y un equipo de liga menor o grandes ligas más allá del equipo con el que el jugador tiene contrato en la actualidad, o que haya aceptado los términos, o con el cuál el jugador esté reservado o con el cuál el jugador esté en su lista de negociación”.

Quizás Ortiz haya violado el espíritu de dicha regla cuando dijo de Fernández, “Yo lo quiero en mi rotación abridora. Quiero decir, nosotros necesitamos un poco de ayuda, y ojalá que eso ocurra en algún punto. ¿Quién sabe?”.