Por Manuel Otilio Pérez P.

Tomás Bobadilla se había integrado a las fuerzas restauradoras que cercaban la ciudad de Santo Domingo que comandaba el General José María Cabral, y, cuando se marcharon los españoles, Cabral ocupó la Ciudad Capital y entre sus tropas estaba el Prócer Tomás Bobadilla(1).

En el año de 1868, se vio que el Gobierno de Cabral estaba en víspera de su caída, y Bobadilla, que llevaba algún tiempo viviendo al margen de la política, refugiado en sus actividades privadas de las que en ninguna época se había separado por entero, pensó aguardar el cambio de régimen sin moverse de su casa; pero rumores de odiosidad contra él le hicieron retirarse del país junto con el depuesto Presidente Cabral. De Venezuela pasó a Puerto Rico. No pudo retornar a la República porque Báez le negó el salvoconducto(2).

Puesto de actualidad el propósito de anexión por parte de Báez a los Estados Unidos, Bobadilla igual que Galván fue atraído por Luperón para la extensa campaña de protesta que se hizo necesario para poner en acción, a fin de lograr el fracaso del traidor empeño del Gobierno Dominicano (3).

El anciano Bobadilla pone todo el ardor que le queda al servicio de la Patria, escribiendo y practicando diligencias, para la eficacia de las cuales se trasladó a Haití.

Gestionó con el Presidente de Haití ayuda para los revolucionarios que enfrentaban a Báez, José María Cabral en el Sur y Gregorio Luperón en el Nodeste.

Entre Cabral y Luperón, Tomás Bobadilla prefería a Cabral.

(Referencias (1,2,3)
Rufino Martínez, Diccionario Biográfico- Histórico Dominicano 1821-1930, Editora UASD, Santo Domingo, República Dominicana, 1971, pp 71-72)